Hola equipo! Como es costumbre ya en esta web, queremos resolver todas las dudas que tenéis y nos preguntáis. Esta semana vamos a hablar de la Epicondilitis o codo de tenista como se le conoce normalmente.
¿Qué es la epicondilitis o codo de tenista?
La epicondilitis lateral, o «codo de tenista», es un trastorno degenerativo musculotendinoso común del origen extensor en el epicóndilo humeral lateral. Se cree que las actividades laborales o deportivas repetitivas que implican la extensión y supinación de la muñeca son las causantes. Algunos de los síntomas típicos incluyen dolor lateral en el codo, dolor con la extensión de la muñeca y debilidad en la fuerza de agarre.
La lesión mal llamada codo de tenista, osea: epicondilitis lateral, es una tendinopatía de los músculos extensores del antebrazo. A menudo causada por el uso excesivo o repetitivo (principalmente del extensor radial corto del carpo), la extensión forzada o el traumatismo directo en el epicóndilo.
Histológicamente, presenta signos de degeneración del tendón, como la presencia de fibroblastos, hiperalgesia vascular y colágeno desorganizado. El dolor suele localizarse en el epicóndilo, aunque en los casos más graves puede expandirse al hombro y a la muñeca, y suele desencadenarse al ejercer presión sobre el epicóndilo, al resistirse a la extensión de la muñeca y/o del tercer dedo y al estiramiento de los músculos epicondilares.
La epicondilitis lateral tiene una tasa aproximada del 40% y una prevalencia del 1-3% de la población general, siendo más frecuente en el rango de edad de 35-54 años. En cuanto a la duración, se considera que su evolución natural es favorable a los dos años, ya que suele recaer tras periodos asintomáticos. Debido a este último fenómeno, este trastorno implica una gran inversión económica
¿Por que decimos mal llamada codo de tenista?
Fácil, el término «codo de tenista» ha persistido desde su descripción inicial por Morris como «brazo de tenista sobre césped» en 1883. A pesar de que menos del 10% de los pacientes con este síndrome son realmente jugadores de tenis, se estima que el 50% de los que juegan al tenis experimentarán algún grado de dolor lateral del codo a lo largo de su vida.
Además, la incidencia de la epicondilitis lateral es significativamente mayor en los tenistas principiantes y en los que utilizan un golpe de revés a una mano, lo que probablemente sea el resultado de una técnica deficiente. La prevalencia de la epicondilitis lateral en la población general oscila entre el 1% y el 3% en adultos, afectando por igual a hombres y mujeres.
Causas de la epicondilitis o codo de tenista
Los factores de riesgo demográficos, incluyen el aumento de la edad o del índice de masa corporal, los antecedentes de enfermedad del manguito de los rotadores, la enfermedad de Quervain, el síndrome del túnel carpiano y el uso de corticoesteroides orales, los antecedentes de tabaquismo y el escaso apoyo social.
Como ya hemos dicho antes, el codo de tenista suele estar asociado a lesiones por sobreúso y a tensiones derivadas de actividades que implican el agarre repetitivo o la extensión de la muñeca, la desviación radial y/o la supinación del antebrazo. Estas actividades provocan un microdesgarro, sobre todo en el origen del tendón del extensor radial corto.
Diagnóstico de la lesión
Primero: La descripción clásica de la epicondilitis lateral es la sensibilidad sobre el epicóndilo lateral del húmero. El dolor suele ser insidioso y puede coincidir con cambios recientes en las actividades laborales o deportivas recientes. Los pacientes suelen referir una molestia única al sacudir las manos, afeitarse, levantar el equipaje o la compra con el codo extendido, o levantar una taza de café.
La «prueba de la silla», descrita por Gardner como el «hallazgo clínico más importante», provoca dolor lateral en el codo al levantar una silla con la mano en pronación.
Segundo: El diagnóstico se realiza clínicamente a través de la historia y la exploración física; sin embargo, es imprescindible conocer a fondo el diagnóstico diferencial para evitar pruebas y terapias innecesarias. La mayoría de los pacientes mejoran con medidas no quirúrgicas, como la modificación de la actividad, terapia física y ejercicio terapéutico.
Posibles tratamientos NO recomendados (No tienen evidencia científica, coste muy elevado, dolor/beneficio)
1. – Ondas de choque
PRP (Plasma rico en plaquetas)
Antiinflamatorios no esteroideos
Ortesis
Inyección de corticoesteroides
2. Diferentes enfoques de tratamiento.
La recomendación de reposo, fármacos, cirugía, etc. El primer paso terapéutico suele consistir en el reposo y la
administración de fármacos que proporcionan un alivio del dolor a corto plazo, pero también
da malos resultados para la resolución del problema y para la prevención de recaídas. Con
el abordaje quirúrgico se consigue un alivio inmediato del dolor en el 80-97% de los casos,
aunque el 1,5% de los pacientes intervenidos fueron sometidos a una segunda intervención
quirúrgica en los 18-24 meses siguientes.
Tratamiento recomendado
1. La terapia manual
Ejercicios de estiramiento, masajes de fricción y el entrenamiento de fuerza excéntrico, son los tratamientos fisioterapéuticos con efectos más beneficiosos sobre la epicondilitis o codo de tenista. Su relación coste-beneficio es muy favorable.
Como último consejo que os lanzamos, siempre hay que individualizar a cada paciente y su patología. Elaborar un plan de tratamiento específico para cada paciente y si tienes dolor en el epicóndilo y no sabes que hacer, puedes acudir llamarnos o escribirnos aquí para que podamos darte la mejor valoración. No olvides seguirnos cada semana en el blog y en nuestras redes sociales.